En 13 estados donde fueron castigados físicamente más de 1,000 estudiantes por año, las niñas negras tuvieron dos veces más probabilidades de ser golpeadas que las blancas.
Estos trece estados son: Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Alabama, Tennessee, Kentucky, Mississippi, Arkansas, Misouri, Luisiana, Texas y Oklahoma.
El informe revela que en Texas y Mississippi los alumnos de entre tres y 19 años son castigados físicamente, de manera rutinaria, por infracciones menores como mascar chicle, responderle a un maestro o violar el código de vestimenta, así como por otras transgresiones más graves como las peleas.
El castigo corporal típico aplicado a los escolares y que es legal en 21 estados consiste en el ''paletazo'' o ''reglazo'', durante el cual un administrador o docente golpea al niño repetidas veces en las nalgas con una tabla de madera.
Los diez estados con las proporciones más altas de alumnos que recibieron ''paletazos'' fueron Mississippi (7.5%); Arkansas (4.7%); Alabama (4.5%); Oklahoma (2.3%); Luisiana (1.7%); Tennessee (1.5%); Georgia (1.1%); Texas (1.1%); Misouri (0.6%); y Florida (0.3%).
''Todas las escuelas públicas necesitan métodos de disciplina que sean eficaces, pero golpear a los niños les enseña violencia y no pone fin a la mala conducta'', sostuvo Alice Farmer, autora del informe.
''El castigo corporal desalienta el aprendizaje, no previene la mala conducta y a veces aun la provoca'', enfatizó.
El estudio encontró que, en los 13 estados del sur del país donde es más común el castigo corporal, los estudiantes negros lo reciben en una tasa 1.4 veces más alta.
Asimismo, las niñas negras tienen 2.1 veces más probabilidades de sufrir el "paletazo''.
''Los estudiantes de minorías en las escuelas públicas se enfrentan a numerosas barreras'', aseveró Farmer, quien indicó que "la exposición de estos niños a tasas desproporcionadas de castigo corporal en las escuelas crea un ambiente hostil en el cual estos alumnos deben bregar aún más''.
Según el informe, los estudiantes con discapacidades mentales y físicas también reciben castigos de forma desproporcionada, con consecuencias potencialmente graves para su desarrollo.
En Texas, por ejemplo, el 18.4 por ciento del total de alumnos castigados físicamente eran de educación especial, aunque conforman sólo el 10.7 por ciento de la población estudiantil.
El documento titulado ''Una educación violenta'' es el resultado de cuatro semanas de investigación en Misisipi y Texas a fines del 2007 y comienzos del 2008, que incluyó más de 175 entrevistas con niños, maestros, padres y madres, administradores, directores y miembros de juntas escolares.
El estudio documenta varios casos en los que los niños recibieron golpes que les causaron lesiones casi graves.
Dado que los docentes que golpean a los alumnos tienen inmunidad legal, las familias que buscan justicia para sus hijos lesionados encuentran resistencia de la policía, los fiscales y los tribunales.
Los grupos defensores de los derechos sostienen que las familias también encuentran obstáculos enormes, y a veces insuperables, si tratan de impedir el castigo físico de sus hijos.
HRW y la Unión de Libertades Civiles han pedido al Gobierno de Estados Unidos que prohíba el castigo corporal en todas las escuelas públicas.
También han solicitado a los gobiernos de los estados, las juntas escolares, los superintendentes y administradores que eliminen el castigo físico en sus centros educacionales.
Fuente: ElNuevoHerald.com "Denuncian castigos físicos a niños en escuelas"/ EFE
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