viernes, 2 de julio de 2010

Vaticano sin inmunidad en Estados Unidos por desición de la Corte Suprema

El Supremo de EE UU rechaza decidir sobre si el Vaticano tiene inmunidad en los casos de pederastia. Sigue su curso un juicio a la jerarquía católica, acusada de ocultar los abusos cometidos por un cura de Oregón en los años 60Al rechazar aceptar a trámite una apelación del Vaticano en la que solicita inmunidad diplomática, el Tribunal Supremo de EE UU ha permitido hoy que siga un juicio en contra de la jerarquía católica por los abusos cometidos por un cura en Oregón en los años 60. La Corte Suprema de Estados Unidos ha rechazado decidir sobre la petición sin comentario alguno, sin confirmar o rechazar expresamente que Roma disfrute de esa inmunidad como protección de la curia y el Papa en los juicios por pederastia.

Con su decisión de no atender la petición del Vaticano, el Supremo permite que siga su curso el juicio en Oregón, que la curia esperaba detener, con el apoyo de la Casa Blanca, a través de una decisión de ese mismo tribunal. De este modo, con este mismo argumento, puede seguir otro juicio similar en el Estado de Kentucky, en el que el Vaticano también reclama inmunidad diplomática.

El juicio de Oregón lo inició en 2002 un hombre, bajo nombre falso para proteger su intimidad, en contra del padre Andrew Ronan, que supuestamente abusó de niños en Irlanda en los años 50, fue trasladado a Chicago y, de allí, a Portland, en Oregón, donde acabó abusando de él cuando tenía 15 años. El cura falleció en 1992. Los fiscales aseguran que el Vaticano sabía de los abusos y, aún así, le protegió con varios traslados. Por eso han querido sentar en el banquillo a representantes de la curia.

El Vaticano, que comenzó a tener relaciones diplomáticas con EE UU en 1984, solicitó amparo en una ley de 1976 que garantiza inmunidad a los Estados extranjeros.

Hay otro caso, en Kentucky, en el que el abogado William McMurry defiende a tres ciudadanos que aseguran haber sufrido abusos y en el que acusa a Benedicto XVI de haber conocido esos casos y haberlos ocultado cuando era Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina y de la Fe, antes de ser elegido Papa. En el caso de Kentucky no se acusa a la curia o al papado, sino a Ratzinger en particular, por lo que el abogado defensor no considera que sea válido, tampoco, el argumento de la inmunidad diplomática.

El Vaticano ha defendido, en el caso de Oregón, que los integrantes de la Conferencia Episcopal norteamericana no son asalariados del Vaticano y que, por lo tanto, no se puede considerar a éste responsable último de sus decisiones.

El Supremo no ha admitido a trámite este caso, y diversos juzgados federales han considerado que el Vaticano puede ser una excepción a las leyes de inmunidad diplomática. Un juez, en concreto, estimó que el padre Andrew Ronan podía ser considerado un asalariado del Vaticano en diversas instancias y que podría considerarse a la curia como responsable última de sus acciones, una vez fallecido.


Vaticano sin inmunidad en Estados Unidos

Dictamen permitirá que funcionarios de la Santa Sede sean interrogados en procesos abiertos contra sacerdotes acusados de abusos sexuales contra menores.

Cuando el Vaticano aún critica las acciones policiales en Bélgica en el marco de investigaciones por casos de pedofilia, la Iglesia Católica recibió ayer un nuevo golpe judicial, esta vez en Estados Unidos.

El Tribunal Supremo de Justicia estadounidense rehusó ayer escuchar una apelación del Estado vaticano que buscaba anular una querella contra la Iglesia por los abusos sexuales cometidos por un sacerdote, apelando a su inmunidad como Estado independiente.

En la demanda iniciada el 2002 en Oregon (noroeste) se alegaba que el sacerdote católico Andrew Ronan había abusado sexualmente de un menor de edad. Ronan había sido trasladado por sus superiores de Irlanda a Chicago y luego a Portland, a pesar de que en ambas destinaciones ya existían acusaciones en su contra por abusos sexuales. Antes de ser trasladado a Portland, Ronan había admitido que abusó de dos niños.

El argumento central de la querella es que Ronan es un empleado de la Iglesia Católica y la responsabilidad se eleva a sus superiores inmediatos, los obispos en las diócesis donde fue asignado y, en última instancia, al Vaticano mismo.

Los abogados de la Iglesia Católica alegaron que la Santa Sede está amparada por la inmunidad que se extiende a los Estados soberanos. Sin embargo, no fueron escuchados por un juez federal en Oregon ni por el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Distrito, en Sacramento (California), en marzo del 2009, que ratificó ese fallo.

Finalmente, el Tribunal Superior, la máxima instancia judicial de EEUU, debía zanjar el tema y pidió la opinión del gobierno de Barack Obama en cuanto a la conveniencia o no de suspender la inmunidad del Vaticano. El gobierno estadounidense prefirió que fuera la alta corte la que dictaminara si el Vaticano disponía de inmunidad en este caso y que si sus altos funcionarios, incluyendo el Papa, podían o no ser interrogados. Y el Tribunal Supremo decidió ayer que el proceso continúe, desestimando la inmunidad.

Esto quiere decir que desde ahora, el tribunal de Oregon podrá examinar la calidad de “empleador” del Vaticano con relación al sacerdote en cuestión, para decidir si puede seguirse el proceso contra la Iglesia Católica, especialmente en lo referente a las compensaciones económicas exigidas por la víctima.

Pero es más, esta decisión permitirá desde ahora que funcionarios de la Santa Sede sean interrogados en otros juicios por abusos sexuales de sacerdotes en Estados Unidos y eventualmente el Vaticano deba responder con sus recursos a las compensaciones económicas solicitadas.

Jeffrey Lena, un abogado que representa al Vaticano en EEUU ha denunciado que el caso, conocido como John Doe versus Santa Sede, “es un intento de usar acontecimientos trágicos como plataforma para un ataque más amplio” contra la Iglesia Católica en ese país.




* Fuente: El Pais.com
**Fuente: LaNacion.cl

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