La legislación anti difamatoria podría implicar abusos e injusticias, afirman defensores de la libertad religiosa.
Al referirse a los alcances de la legislación propuesta contra las expresiones de odio, los miembros de la Comisión de Expertos de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa prepararon el borrador de una declaración que expresa que las leyes religiosas son innecesarias durante el undécimo encuentro anual del grupo.
Las leyes internacionales sobre derechos humanos existentes son un medio suficiente de proteger a los grupos religiosos contra las expresiones de odio que podrían resultan en discriminación o violencia, acordaron los miembros durante las conversaciones llevadas a cabo del 1 al 3 de septiembre en la sede central de la Iglesia Adventista y en otros lugares de Washington, D.C.
La declaración se produce en un momento cuando los organismos internacionales tales como las Naciones Unidas apoyan la creación de leyes específicas contra las expresiones de odio con el objetivo de evitar delitos motivados por el odio religioso.
Si bien los expertos están de acuerdo con la motivación que esconden esas leyes, afirmaron que su implementación podría resultar contraproducente, porque violaría las libertades individuales de expresión, que incluyen el derecho a criticar las creencias y prácticas religiosas.
"Si bien hay leyes que ya garantizan la libertad religiosa, si me siento ofendido, puedo apelar a esta otra ley que invalida la primera", dijo Robert Seiple, ex embajador de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional. "Las buenas leyes y los buenos abogados no garantizan una buena conducta", añadió.
La declaración reitera las conclusiones alcanzadas por los miembros de la comisión cuando se reunieron por primera vez a analizar el tema el otoño pasado en Bucarest, Rumania. Sin una definición universalmente aceptada de qué constituye difamación religiosa, los expertos creen que las leyes que buscan eliminar las expresiones de odio podrían ser implementadas de manera desigual y arbitraria.
Si bien algunos miembros del panel, como por ejemplo Rosa María Martínez de Codes, docente de la Universidad Complutense de Madrid, acordaron que tiene que existir un "margen de respeto" por las diversas creencias, el panel concluyó que el diálogo y la educación, en lugar de la legislación, pueden contribuir mejor a desarrollar esta actitud.
Entre varias sugerencias, la declaración propone que el gobierno y los líderes educativos y religiosos fomenten "la comprensión, la tolerancia, el respeto y la amistad" entre los miembros de diversas religiones.
"Tenemos que elevar nuestro pensamiento más allá del común denominador de la tolerancia básica a la verdadera comprensión", dijo Seiple.
La declaración también hace un llamado a los defensores de los derechos humanos para que "supervisen atentamente" la implementación de las leyes de difamación religiosa ya aprobadas para evitar cualquier "consecuencia contraproducente".
Los miembros esperan que en adición a los expertos de derechos humanos y a las Naciones Unidas, la declaración alcance a los miembros de las agencias no gubernamentales y a las cabezas de estado.
Fuente: ANN / Adventist News Network
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Al referirse a los alcances de la legislación propuesta contra las expresiones de odio, los miembros de la Comisión de Expertos de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa prepararon el borrador de una declaración que expresa que las leyes religiosas son innecesarias durante el undécimo encuentro anual del grupo.
Las leyes internacionales sobre derechos humanos existentes son un medio suficiente de proteger a los grupos religiosos contra las expresiones de odio que podrían resultan en discriminación o violencia, acordaron los miembros durante las conversaciones llevadas a cabo del 1 al 3 de septiembre en la sede central de la Iglesia Adventista y en otros lugares de Washington, D.C.
La declaración se produce en un momento cuando los organismos internacionales tales como las Naciones Unidas apoyan la creación de leyes específicas contra las expresiones de odio con el objetivo de evitar delitos motivados por el odio religioso.
Si bien los expertos están de acuerdo con la motivación que esconden esas leyes, afirmaron que su implementación podría resultar contraproducente, porque violaría las libertades individuales de expresión, que incluyen el derecho a criticar las creencias y prácticas religiosas.
"Si bien hay leyes que ya garantizan la libertad religiosa, si me siento ofendido, puedo apelar a esta otra ley que invalida la primera", dijo Robert Seiple, ex embajador de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional. "Las buenas leyes y los buenos abogados no garantizan una buena conducta", añadió.
La declaración reitera las conclusiones alcanzadas por los miembros de la comisión cuando se reunieron por primera vez a analizar el tema el otoño pasado en Bucarest, Rumania. Sin una definición universalmente aceptada de qué constituye difamación religiosa, los expertos creen que las leyes que buscan eliminar las expresiones de odio podrían ser implementadas de manera desigual y arbitraria.
Si bien algunos miembros del panel, como por ejemplo Rosa María Martínez de Codes, docente de la Universidad Complutense de Madrid, acordaron que tiene que existir un "margen de respeto" por las diversas creencias, el panel concluyó que el diálogo y la educación, en lugar de la legislación, pueden contribuir mejor a desarrollar esta actitud.
Entre varias sugerencias, la declaración propone que el gobierno y los líderes educativos y religiosos fomenten "la comprensión, la tolerancia, el respeto y la amistad" entre los miembros de diversas religiones.
"Tenemos que elevar nuestro pensamiento más allá del común denominador de la tolerancia básica a la verdadera comprensión", dijo Seiple.
La declaración también hace un llamado a los defensores de los derechos humanos para que "supervisen atentamente" la implementación de las leyes de difamación religiosa ya aprobadas para evitar cualquier "consecuencia contraproducente".
Los miembros esperan que en adición a los expertos de derechos humanos y a las Naciones Unidas, la declaración alcance a los miembros de las agencias no gubernamentales y a las cabezas de estado.
Fuente: ANN / Adventist News Network