Seis meses después de los violentos ataques que dejaron decenas de cristianos muertos en Orissa, India, los líderes adventistas informan que las condiciones siguen siendo tensas en la región.
Los ataques de agosto de 2008 comenzaron después que grupos hindúes de extrema derecha culparon a los cristianos por el homicidio de un sacerdote hindú.
Estimaciones recientes hablan de 119 muertos, más de cuatro mil hogares destruidos y más de cincuenta mil desplazados de trescientas sesenta aldeas en septiembre pasado, informaron los funcionarios del Concilio Cristiano de la India.
Extremistas de izquierda más tarde se adjudicaron la muerte del sacerdote hindú.
El gobierno ha cerrado los campos creados como albergues temporarios para los miles de desplazados, dijeron los líderes adventistas del lugar.
Casi ochocientos hogares de miembros de la Iglesia Adventista fueron destruidos, informaron obreros de la comunidad. Paka Jesuratnam, presidente de la Iglesia Adventista en Orissa del sur, dijo que los feligreses temen regresar a sus aldeas después de oír rumores de más ataques y muertes, aunque dijo no tener las cifras de los últimos fallecidos por la violencia.
Las fuerzas de seguridad no han querido o podido ofrecer seguridad a las aldeas individuales, dijo John Daya, secretario general del Concilio Cristiano de la India, y agregó que Kandhamal es una zona de bosques cerrados que dificultan el control.
Integrantes de las Fuerzas Policiales Reservadas Centrales (CRPF) se trasladaron desde Nueva Delhi para reinstaurar el orden y mantener la seguridad en la región y aún patrullan la zona, dijo Dayal, que estimó que en la actualidad hay unos seis mil integrantes de ese cuerpo en Orissa, pero que, aun así, la gente se siente amenazada.
"La Navidad transcurrió con tranquilidad solo porque estuvo la CRPF presente", dijo Dayal, y agregó que los extremistas hindúes también han estado forzando a los cristianos a abandonar su fe, estimando que se produjeron entre cien y doscientas conversiones forzadas.
Ante de los ataques, entre seis y siete mil adventistas vivían en el distrito de Kandhamal, en la provincia oriental de Orissa, constituyendo entre el dos y tres por ciento de la población cristiana, dijo Jesuratnam.
Jesuratnam dijo que cree que todos los adventistas han migrado a otras ciudades de la provincia y hacia otras regiones de la India, aun los que no perdieron sus casas.
Fuente: ANN / Adventists News Network
Fotografía: Gordon Christo. Así quedó una escuela adventista en Jeypore, Orissa, India, después que extremistas hindúes la atacaron en agosto de 2008.
Los ataques de agosto de 2008 comenzaron después que grupos hindúes de extrema derecha culparon a los cristianos por el homicidio de un sacerdote hindú.
Estimaciones recientes hablan de 119 muertos, más de cuatro mil hogares destruidos y más de cincuenta mil desplazados de trescientas sesenta aldeas en septiembre pasado, informaron los funcionarios del Concilio Cristiano de la India.
Extremistas de izquierda más tarde se adjudicaron la muerte del sacerdote hindú.
El gobierno ha cerrado los campos creados como albergues temporarios para los miles de desplazados, dijeron los líderes adventistas del lugar.
Casi ochocientos hogares de miembros de la Iglesia Adventista fueron destruidos, informaron obreros de la comunidad. Paka Jesuratnam, presidente de la Iglesia Adventista en Orissa del sur, dijo que los feligreses temen regresar a sus aldeas después de oír rumores de más ataques y muertes, aunque dijo no tener las cifras de los últimos fallecidos por la violencia.
Las fuerzas de seguridad no han querido o podido ofrecer seguridad a las aldeas individuales, dijo John Daya, secretario general del Concilio Cristiano de la India, y agregó que Kandhamal es una zona de bosques cerrados que dificultan el control.
Integrantes de las Fuerzas Policiales Reservadas Centrales (CRPF) se trasladaron desde Nueva Delhi para reinstaurar el orden y mantener la seguridad en la región y aún patrullan la zona, dijo Dayal, que estimó que en la actualidad hay unos seis mil integrantes de ese cuerpo en Orissa, pero que, aun así, la gente se siente amenazada.
"La Navidad transcurrió con tranquilidad solo porque estuvo la CRPF presente", dijo Dayal, y agregó que los extremistas hindúes también han estado forzando a los cristianos a abandonar su fe, estimando que se produjeron entre cien y doscientas conversiones forzadas.
Ante de los ataques, entre seis y siete mil adventistas vivían en el distrito de Kandhamal, en la provincia oriental de Orissa, constituyendo entre el dos y tres por ciento de la población cristiana, dijo Jesuratnam.
Jesuratnam dijo que cree que todos los adventistas han migrado a otras ciudades de la provincia y hacia otras regiones de la India, aun los que no perdieron sus casas.
Fuente: ANN / Adventists News Network
Fotografía: Gordon Christo. Así quedó una escuela adventista en Jeypore, Orissa, India, después que extremistas hindúes la atacaron en agosto de 2008.
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